El Convenio Regulador es el documento que plasma los acuerdos que van a regir la vida de una familia después de la convivencia. Los abogados de familia tenemos grabado los puntos que el convenio ha de recoger:
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1º Uso de la vivienda familiar.
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2º Custodia de los hijos menores de edad.
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3º Contribución a los gastos de los hijos.
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4º Pensión compensatoria.
Y, si fuera posible o conveniente, la liquidación de la sociedad de gananciales.
De esos aspectos, hay cuestiones que se pueden regular básicamente, es decir, dando unas líneas generales y dejando al mutuo entendimiento un mayor detalle de los mismos, a la hora de ponerlo en práctica, con el fin de dotarlo de una mayor flexibilidad o, por el contrario, podemos hacer que sea lo más detallado posible y, por ejemplo, no solo en las visitas, sino también en la concreción de los períodos vacacionales, incluir no solo los días, sino también las horas y los lugares de entrega de los niños.
Así, aunque a priori se pueda pensar que siempre será conveniente que un Convenio Regulador sea lo más descriptivo y preciso posible en todos y cada una de los aspectos, por otro lado, pecar por exceso puede ser un grave inconveniente, tanto para llegar a alcanzar los propios acuerdos, como a la hora de su puesta en práctica. En el ejemplo que habíamos puesto, en lo relativo al régimen de visitas y estancias de los menores, dependiendo de las circunstancias del caso (las condiciones personales, familiares y laborales de ambos padres, los recursos económicos de los mismos, la edad de los hijos, la distancia o las condiciones del viaje para las visitas y estancia con los hijos) tan positivo puede ser, en unos casos, que éste sea muy detallado, como que sea muy abierto y flexible (lo importante será que, en cada caso, prime el interés del menor).
El abanico de circunstancias que se han de tener en cuenta al elaborar un Convenio Regulador es grande y, tanto si se hace de una forma más abierta como más cerrada, tendrá sus ventajas e inconvenientes. Es posible que, en algunas ocasiones las circunstancias aconsejen que se facilite que los clientes vayan adaptándose a su nueva vida, sin contar con un corsé rígido en el convenio regulador y, en otras, por el contrario, la distancia y el conflicto existente entre ellos hagan más aconsejable que hablen lo menos posible entre ellos. Y hasta dónde haya que llegar en cada caso es una de las decisiones que tiene que tomar el abogado de familia en función de lo que capta del caso, aplicando su experiencia y especialización en la materia.
En Alonso y Tinoco Abogados de Familia en Badajoz, tenemos en cuenta también esa situación, la explicamos a nuestros clientes para que sean conscientes en todo momento de qué implica la regulación que se le ofrece, para que con ella pueda iniciar una vida lo más acorde con sus expectativas.
Porque somos conscientes que cada cliente y cada caso es especial, único y debe tener un trato totalmente exclusivo.