Desde que se instaura la crisis familiar, es decir desde que sabemos que nuestra convivencia tiene los días contados, bien porque así lo hayamos decidido o porque nuestra pareja haya sido quien ha tomado esa decisión, hasta que tenemos ordenada la nueva composición familiar, todo son dudas y no es difícil que nos planteemos preguntas.
En estos días de Navidad en los que las malas relaciones se hacen visibles con las visitas a los familiares de ambas partes, en los que parece que es obligatorio estar felices en familia, para quienes atraviesan una crisis todo es más complicado. Aun así es necesario no perder de vista dos puntos fundamentales:
– Que si no hay regulación de la crisis, es decir si no tenemos medidas provisionales o un acuerdo con la otra parte, la crisis a los ojos del derecho no existe. Eso no quiere decir que podamos hacer lo que queramos ateniéndonos exclusivamente a nuestros propios deseos, sino que no hay una obligación cuyo incumplimiento puede acarrear consecuencias jurídicas. De manera que hay que conducirse de forma sensata y sabiendo que de la misma manera la otra parte tampoco tiene obligaciones que respetar por lo que se impone la necesidad de saber contenernos y actuar responsablemente.
– Que siempre hay que poner por delante los intereses de los menores. A veces los adultos confunden sus comodidades con las de los hijos. Esto es un error y abre la puerta a que los utilicemos como moneda de cambio en la ruptura, si la otra parte nos imita en esa actitud, hemos fracasado estrepitosamente. Deja al margen de tus disputas a tus hijos. El primero que se preocupe de ellos y los ponga por delante es el que gana, así de simple.
¿Cómo se hace esto? Pues teniendo a tu lado un buen abogado especializado en derecho de familia, que sepa escucharte, diseñar tu mejor estrategia y acompañarte en todo el proceso. En Badajoz abogados de familia Alonso y Tinoco.